De vuelta
martes, enero 17, 2006
martes, enero 17, 2006
Ya estoy aquí de nuevo. Llevo algunos días fuera de combate por la resaca de haber ido a un campo de trabajo con gente (maravillosa!!) de La Palma, Tenerife y Lanzarote (si alguien de ustedes lee esto, les quiero mucho!!). En cualquier otro caso, haré un pequeño comentario sobre algunas conclusiones que saqué.
1. Hay muchísima gente maravillosa desconocida. Algo que no me había planteado nunca era la grandeza y grandiosidad (que no es lo mismo) del mundo y la vida; y la insignificancia de nuestra vida comparada con el mundo, aunque para nosotros lo sea todo (evidentemente). ¿Por qué llegué a esta conclusión? Pues bien, en el campamento habíamos unas cincuenta personas de mi edad. A algunas de ellas las conocía bien (los que fueron conmigo), a otras las conocía muy poco (Fredi y África), y a la mayoría no los conocía de absolutamente nada. Pues resulta que durante los dos días que duró el campamento conocí a montón de gente superinteresante, a la que, por otra parte, espero seguir conociendo.
2. El Messenger puede llegar a ser una herramienta maravillosa. Ayer por la noche nos reunimos en conversación ¡18 personas! Fue como volver a estar allí juntos. Una experiencia realmente emocionante.
3. El trabajo manual puede llegar a ser realmente gratificante. Aunque eso no quite lo cansado. El trabajo consistía en vaciar varias habitaciones llenas a rebosar de trastos viejos y dejarlas preparadas para ser pintadas para luego ser reformadas en lugares de reunión/ocio/estancia. Y las habitaciones pasaron de estar a rebosar para estar limpias completamente. Es una pena que no tengo fotos de eso, pero en estas dos fotos se ve todo lo que sacamos.
Eso que se ve al fondo son vigas de tea, y cada una pesaba mucho, eran necesarias al menos tres personas por cada una, generalmente.
Es patente que todo eso llevaba mucho tiempo allí.
Y por cuarto y último: la unión hace la fuerza. Incluso en momentos difíciles (léase bajo una viga del doble de tu propio peso, o pasando en cadena dos torres de ladrillos) es posible pasar un buen rato.
Lo último que me queda por decir: en el hipotético por improbable caso de que alguien que tuviera que ver con la organización de este campamento me leyera: muchísimas gracias.
Tags (Technorati): Dominicas, Campamento, Campo de Trabajo, Reflexión
Categorías: Reflexión, Mi vida
1. Hay muchísima gente maravillosa desconocida. Algo que no me había planteado nunca era la grandeza y grandiosidad (que no es lo mismo) del mundo y la vida; y la insignificancia de nuestra vida comparada con el mundo, aunque para nosotros lo sea todo (evidentemente). ¿Por qué llegué a esta conclusión? Pues bien, en el campamento habíamos unas cincuenta personas de mi edad. A algunas de ellas las conocía bien (los que fueron conmigo), a otras las conocía muy poco (Fredi y África), y a la mayoría no los conocía de absolutamente nada. Pues resulta que durante los dos días que duró el campamento conocí a montón de gente superinteresante, a la que, por otra parte, espero seguir conociendo.
2. El Messenger puede llegar a ser una herramienta maravillosa. Ayer por la noche nos reunimos en conversación ¡18 personas! Fue como volver a estar allí juntos. Una experiencia realmente emocionante.
3. El trabajo manual puede llegar a ser realmente gratificante. Aunque eso no quite lo cansado. El trabajo consistía en vaciar varias habitaciones llenas a rebosar de trastos viejos y dejarlas preparadas para ser pintadas para luego ser reformadas en lugares de reunión/ocio/estancia. Y las habitaciones pasaron de estar a rebosar para estar limpias completamente. Es una pena que no tengo fotos de eso, pero en estas dos fotos se ve todo lo que sacamos.
Eso que se ve al fondo son vigas de tea, y cada una pesaba mucho, eran necesarias al menos tres personas por cada una, generalmente.
Es patente que todo eso llevaba mucho tiempo allí.
Y por cuarto y último: la unión hace la fuerza. Incluso en momentos difíciles (léase bajo una viga del doble de tu propio peso, o pasando en cadena dos torres de ladrillos) es posible pasar un buen rato.
Lo último que me queda por decir: en el hipotético por improbable caso de que alguien que tuviera que ver con la organización de este campamento me leyera: muchísimas gracias.
Tags (Technorati): Dominicas, Campamento, Campo de Trabajo, Reflexión
Categorías: Reflexión, Mi vida
Etiquetas: fotos, personal, reportajes
Escrito por Simon Per.
2 Comments:
Me alegro mucho de que te lo hayas pasado tan bien, pero dime... ¿Qué más actividades hiciste?
Espero poder ir a la de Semana Santa, ¡pero también espero no tener que cargar con todas esas cosas!
Bueno, dejaste el blog... pero mereció la pena; al fin y al cabo eso es vivir la vida, así que por lo que cuentas ha merecido mucho la pena. Si además luego lo cuentas aquí perfecto. Un saludo.
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